Conversatorio: "Mujer, tu historia importa" 8 de marzo 2025 – Día Internacional de la Mujer

Mujer, tu historia importa
Reflexión en el marco del 8 de marzo 2025
El 8 de marzo no es un día de celebración, sino de memoria, resistencia y transformación. No es una fecha vacía ni un gesto simbólico; es un recordatorio de la lucha de millones de mujeres que, a lo largo de la historia, han alzado la voz para exigir derechos que hoy consideramos básicos, pero que fueron conquistados con esfuerzo, dolor y determinación.
Esta conmemoración tiene raíces profundas. En 1908, en Nueva York, un grupo de trabajadoras textiles salió a las calles para exigir mejores condiciones laborales y el derecho al voto. Su lucha resonó en distintas partes del mundo hasta que, en 1975, la ONU estableció oficialmente el Día Internacional de la Mujer. Sin embargo, más allá de las instituciones y las fechas oficiales, este día nos pertenece a todas.
Nos pertenece porque aún enfrentamos desigualdades, porque la violencia de género sigue cobrándose vidas, porque el techo de cristal sigue limitando sueños, porque muchas historias de mujeres han sido silenciadas. Pero también nos pertenece porque hoy estamos aquí, porque nos reconocemos, porque nos sabemos capaces de construir nuevas narrativas, de apropiarnos de nuestra historia y resignificarla.
Desde el humanismo, entendemos que cada mujer es un ser único, con una historia que merece ser contada, escuchada y valorada. Nuestra identidad no está definida por lo que nos han dicho que debemos ser, sino por lo que elegimos ser. Cada una de nosotras es la protagonista de su propia historia, y esa historia importa.
Por eso, en este conversatorio, queremos abrir un espacio para reflexionar sobre la manera en que nos narramos a nosotras mismas. ¿Qué nos decimos cuando nos miramos al espejo? ¿Desde qué perspectiva contamos nuestra vida? ¿Qué tanto de esa historia ha sido escrita por nosotras y qué tanto ha sido impuesta por otros?
Hoy, más que nunca, necesitamos historias poderosas. Historias que nos recuerden que no estamos solas, que el cambio es posible, que juntas tejemos una red que trasciende generaciones. No es suficiente con recordar el pasado: necesitamos escribir un futuro en el que nuestras voces no sean silenciadas, en el que la equidad no sea una utopía, en el que ser mujer no sea un riesgo, sino un orgullo y una fortaleza.
Mujer, tu historia importa. No la minimices. No la ocultes. No la olvides. Porque cada palabra que eliges para contarla tiene el poder de transformar no solo tu vida, sino la de muchas otras mujeres que hoy, igual que tú, buscan ser vistas, escuchadas y reconocidas.
Que este 8 de marzo sea un acto de memoria, pero también de reescritura. Porque la historia de las mujeres sigue viva. Y nosotras somos las que la estamos escribiendo.